
Lanaterapia…¿lanaterapia? Pues sí, el otro día camino de la sesión de supervisión con mi psicóloga, un cartel puesto en una tienda nueva llamó mi atención.
Era una tienda de lanas, de esas que había cuando yo era pequeña y que ya ni siquiera tienen hueco en los grandes almacenes.
«Apúntate a la Lanaterapia», decía el escrito. Seguidamente, figuraba un listado de diez beneficios que dicha terapia aportaría a quien la practicara. Seguí mi camino ciertamente sorprendida.
Pasos después, empecé a recordar que cuando yo era pequeña mi madre, que tenía un pequeño comercio, pasaba tardes y tardes tejiendo con algunas de las clientas habituales de la tienda.
Hablaban sobre tal punto y tal otro, se intercambiaban revistas de modelos de jerseys y otras prendas, hablaban sobre cómo se hacían los cuellos vueltos y los puños y en ocasiones se distribuían las tareas según la pericia de cada una (una de ellas por ejemplo tenía una de aquellas máquinas de tejer ideales para las cenefas).
Llegó a ser tal la habilidad que mi madre logró en esta actividad, que cuando nos gustaba alguna prenda de punto, simplemente con mirarla un rato en la tienda, era capaz de sacar la manera de hacerla por sí misma.
Yo no terminaba de entender el beneficio del tema ya que además de tardar muchísimo más en tener el jersey en cuestión, éste terminaba siendo bastante más caro por el coste de las diferentes lanas, agujas de punto, agujas de coser y demás accesorios necesarios para rematar la tarea.
En fin. Ahora pienso que le ayudaría a sobrellevar la larga jornada laboral.
Hace poco, una vecina con la que tengo mucha relación, me comentó que de vez en cuando dedicaba tiempo a hacer punto. De hecho, la foto que veis arriba es obra suya. Me comentó que le relajaba y como además enseguida se veía el resultado de lo que hacía, le gustaba sentarse a tejer y ver como la prenda iba surgiendo.
Con lo cual, estoy convencida de que efectivamente tendrá efectos beneficiosos.
De hecho, durante muchos años, mi trabajo ha consistido en acompañar a personas que querían hacer un cambio personal a través de la terapia ocupacional.
La lanaterapia anunciada en este cartel, podría llegar a ser algo similar.
Por otro lado, en el trabajo psicoterapeútico, la activación conductual, a través de la realización de actividades agradables, es un recurso muy indicado para el tratamiento de la depresión por ejemplo.
¿Qué hace que una actividad agradable se convierta en terapeútica?
Principalmente, algo es terapeútico si favorece un cambio en quien realiza esa actividad o acción. Es de suponer que ese cambio, mueve a la persona de una situación de partida vivida con malestar, a otra de mayor equilibrio o bienestar.
Normalmente, las actividades que se nombran terapeúticas, tiene que aportar al menos estos aspectos:
- Rompen una rutina perjudicial (pasar las tardes delante de la tele rumiando sobre preocupaciones o anticipando problemas, bebiendo, trabajando en exceso…).
- Requerirnos cierto esfuerzo de manera que cuando realicemos esta tarea, nuestra atención tenga que estar centrada en ella (esto, especialmente indicado en depresión y en estados con mucha rumiación o pensamientos negativos).
- Centrar la atención en una tarea diferente, supone una distracción cognitiva que disminuye el estrés y la ansiedad.
- Tener una periodicidad y permanencia. Esto permite además, estructurar la jornada diaria con tiempos de trabajo y tiempos de disfrute y ocio (una vez a la semana, dos..).
- Obtener «algo» a cambio de la actividad. Si hago ejercicio noto la mejora en mi estado físico, si hago punto me sale una prenda, si cocino, tengo un plato y además igual la aprobación de los demás…
- Equilibrar la dificultad que se quiere trabajar. Si es el aislamiento y la la actividad se realiza con otras personas, será ideal. Si nuestra tendencia es a huir de nosotros mismos, actividades en solitario pueden ayudarnos a romper ese miedo a estar a solas.
- Realizarlos de forma voluntaria o al menos, disfrutar con ellos sin que se conviertan en una obsesión o compulsión.
Así que igual no es la lanaterapia, pero seguro que todos podemos pensar en alguna actividad que nos gusta, nos evade y nos ayuda a mejorar aspectos personales aportándonos bienestar.
Yolanda P. Luna