7 de abril. Día Mundial de la Salud

El 7  de abril se celebra el día mundial de la salud, coincidiendo con la conmemoración del aniversario de la creación de la OMS (Organización Mundial de la Salud).

Es un momento que se aprovecha para dirigir la atención de la población hacia la importancia de la salud para el disfrute de una vida plena.

Tal y como define la Organización, la salud es un estado completo de bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedades.

Con motivo de este Día Mundial, la EFPA (European Federation of Psychologists’ Associations-Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos) ha impulsado una iniciativa orientada a promover el rol del psicólogo en el Sistema de Salud.

Los hábitos y actitudes personales determinan e influyen en gran medida en nuestra salud y calidad de vida

De este modo, bajo el título “Take control of your health!” (Tome el control de su salud), ha emitido un comunicado relativo al papel que juega la conducta sobre nuestra salud y, a través del cual queda patente, una vez más, la importancia de la Psicología en este ámbito.

A continuación transcribimos el comunicado de la EFPA: 

¡Toma el control de tu salud!

Con ocasión del Día Mundial de la Salud, el 7 de abril, la Federación Europea de Asociaciones de Psicólogos-EFPA destaca el papel que juega la conducta sobre la salud. “En momentos en que las finanzas de nuestro sistema de salud se encuentran bajo presión debido al uso innecesario de intervenciones médicas es importante tener en cuenta medidas más rentables para la promoción de la salud, tales como la mejora de nuestra propia conducta”, señala Koen Lowet, miembro belga del Comité Permanente de Psicología y Salud de la EFPA

El 7 de abril, la Organización Mundial de la Salud (OMS) celebra el Día Mundial de la Salud, dirigiendo la atención mundial a todos los ámbitos de la salud. La EFPA ha aprovechado la ocasión para instar a los Gobiernos y a los responsables políticos a tener más en cuenta el conocimiento psicológico en el ámbito de la salud.

Tal y como señala Koen Lowet, miembro de la Federación Belga de Psicólogos, “Europa está haciendo frente a grandes cambios en sus sistemas de salud. Con el aumento de la esperanza de vida, tenemos más probabilidad de desarrollar enfermedades relacionadas con la edad. Desafortunadamente, tendemos a prestar más atención a métodos de tratamiento más costosos en lugar de buscar medidas de prevención más rentables, tales como la promoción de comportamientos saludables orientados a mejorar la salud”.

De hecho, las investigaciones llevadas a cabo en esta área durante las dos últimas décadas, han puesto claramente de manifiesto que tanto la salud física como la mental están fuertemente influidas por el comportamiento. “Por ejemplo, fumar, beber alcohol, realizar actividades físicas, comer, dormir la cantidad adecuada de horas, descansar y relajarse, hacer uso de los servicios de atención a la salud disponibles o llevar a cabo conductas de higiene y autocuidado, son conductas específicamente relacionadas con la salud, y el comportamiento es un área en la que los psicólogos son expertos”, afirma Lowet. “Podemos marcar una diferencia real ayudando a las personas a cambiar los comportamientos y actitudes que comprometen su salud y reemplazarlos por hábitos de conducta más saludables. Por desgracia, nos damos cuenta de que aún hoy día, a pesar de los enormes desafíos a los que se enfrenta Europa, aún no destinamos los recursos suficientes para concienciar a las personas de que ellas mismas pueden desempeñar un papel decisivo a la hora de controlar su propia salud y la de los demás. Podríamos lograr esto aplicando la evidencia empírica que surge de la investigación psicológica en la práctica asistencial, y otorgando a los psicólogos de la salud un mayor papel dentro de nuestros sistemas de atención sanitaria».

Yolanda P. Luna

 

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Tenemos que hablar…cuando la relación se termina

Con esta frase típica empiezan muchas de las conversaciones que terminan en la ruptura de una pareja.

Una separación, un divorcio, independientemente de la situación en la que suceda: aparentemente de forma repentina, por infidelidad, tras una larga temporada de reflexión o incluso después de muchos años de insatisfacción en la pareja, va a producir un gran impacto emocional en los afectados.

Esta pérdida, la de una relación sentimental,  abre un camino, el del duelo, que ambas partes deberán realizar pero  por separado. La superación y buen desarrollo de este dolor,  permitirá a la persona continuar con su vida dándose nuevas oportunidades de bienestar y felicidad.

Ni que decir tiene que  en los casos en los que la pareja tenga hijos comunes, el buen desarrollo de un duelo por parte de los adultos reducirá de forma significativa los conflictos posteriores.

El duelo es un proceso largo, que cada cual realiza como puede. Conocer las diferentes etapas de este camino  y poder realizarlas de forma acompañada incluso por un profesional, facilitan el proceso permitiendo la expresión del desánimo, la culpa, la ira y todas las emociones asociadas a este periodo.

Prevenir el desarrollo de un duelo cronificado es importante para que la persona no se pare en alguno de los escalones de este proceso, por los que de forma inevitable  va a tener que pasar. Admitir que la ruptura nos afecta profundamente impedirá que el dolor por la separación se quede en la recámara a la espera de una mejor ocasión para presentarse (una enfermedad, una separación posterior, una dificultad laboral, etc).

Elaborar adecuadamente el duelo asociado a una ruptura de pareja es un trabajo arduo para el que normalmente se  pide ayuda a un profesional.
Elaborar adecuadamente el duelo asociado a una ruptura de pareja es un trabajo arduo para el que normalmente se pide ayuda a un profesional.

Mariela Michelena, en su libro «Me cuesta tanto Olvidarte»(La esfera de los libros 2014), relata de una forma clara y sencilla,  algunas de las implicaciones psicológicas de la ruptura de una relación.

Es muy recomendable.

Yolanda P. Luna