¿Qué es la fobia social?

Estar con gente me pone muy nervioso, tiemblo, sudo, me pongo rojo y no veo el momento de marcharme… ¿tengo fobia social?
ansiedad socialUno de los motivos habituales de consulta psicológica es la ansiedad social. ¿Como puedo superar la ansiedad que generan las situaciones sociales (reuniones de trabajo, comidas con amigos y familiares, encontrarse con alguien por la calle…)?

Más allá del mero malestar que algunas situaciones  nos pueden generar a cualquiera, la fobia social es un miedo intenso y duradero a una o varias situaciones sociales, en las que la persona se expone a ser observada por los demás y experimenta el temor de hacer algo o de comportarse de una manera que puede resultarle humillante o embarazosa (APA, 1994).

Es decir, la fobia social no es  dolo ser tímido/a y pasarlo mal delante de la gente. Las personas que sufren ansiedad en situaciones sociales, tienden a evitarlas o a enfrentarse a ellas con muchísimo sufrimiento, lo que   produce un deterioro significativo de la vida de la persona a nivel laboral y/o personal.

¿Qué síntomas tiene la fobia social?

Los síntomas de la fobia social, se pueden clasificar en tres dimensiones siendo algunos de los que pueden aparecer los siguientes:

Fisiológicos:

  • Sudor, rubor, temblores, palpitaciones, sensación de falta de aire, tensión muscular, mareos, cefaleas.

Cognitivos:

  • Pensamientos negativos relacionados con la situación social y con la autoevaluación (se van a reír de mi, no les va a interesar lo que les cuente, seguro que no se hacerlo bien, no soy lo suficientemente atractivo/a para este grupo).
  • Errores de atribución: atribución personal de los errores y fracasos.
  • Rumiación: volver una y otra vez sobre pensamientos y preocupaciones o darle vueltas continuamente a situaciones analizando nuestro comportamiento por ejemplo.
  • Baja autoestima.

Conductuales:

  • Evitación de las situaciones que generan ansiedad.
  • Aislamiento.
  • Enfrentarse a la situación bajo los efectos del alcohol u otras sustancias.
  • Comportamiento poco adecuado a la situación: (habilidades sociales inadecuadas, comportamiento verbal y no verbal desadaptado, etc).

¿Y qué puedo hacer?

A pesar de ser un trastorno que genera gran sufrimiento en la persona, la intervención cognitivo-conductual tiene muy buenos buenos resultados. Esta terapia combinará:

    • técnicas de distracción cognitiva
    • exposición a situaciones ansiógenas
    • el entrenamiento en habilidades sociales,
    • la reestructuración cognitiva

Técnicas de exposición en la fobia social:

El objetivo de estas técnicas es desactivar la evitación y escape.

Sitúan a la persona, mediante una exposición simulada o real, en las situaciones temidas por ésta.

La efectividad de la técnica aumenta cuando la exposición es en vivo y cuando se combina con el tratamiento de las distorsiones  cognitivas..

El procedimiento se podría esquematizar de la siguiente manera:

1.  Realizar una jerarquización de las situaciones ansiógenas.

Mediante la evaluación del/la paciente se establece el nivel de ansiedad que ciertas situaciones le generan: hablar en público, comer en público, situaciones sociales informales, ser observado/a, etc).

2. Comenzar  por aquellas que menos nivel de ansiedad generen. En cualquier caso, la situación tiene que suponer un reto para quien la realiza.

Tanto para el primer punto como para el segundo, será útil el uso de autorregistros.

3.Repetir la exposición hasta que aparezca la habituación. La exposición se puede realizar junto con el/la terapeuta o con la ayuda de familiares.

4. No pasar  a una situación superior en ansiedad hasta tener controlada la anterior. Controlar la situación  supone poder exponerse  sin que la ansiedad aparezca durante un tiempo suficiente.

5. Utilizar la reestructuración cognitiva antes y después de la exposición.

6. Combinarla con el entrenamiento en habilidades sociales.

Por último, destacar que especialmente el tratamiento de las fobias requerirá de la participación e implicación del paciente en la puesta en práctica de las tareas acordadas para hacer entre cada consulta.

Yolanda Pérez

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psicolunablog@gmail.com

Bibliografía: Martinez Roca (1995) Echeburúa Enrique. Evaluación y tratamiento de la fobia social. M
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Reacción en Situaciones de Alerta

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Reaccionar bien en situaciones de alerta incluye expresar después la expresión emocional del miedo y angustia que haya generado.

¿Has pensado cómo reaccionarías en una situación de alerta?

La última vez que estuvimos de vacaciones las terminamos con un pequeño susto.

Habíamos terminado de recoger las maletas y estábamos tomando un café en el jardín de la urbanización donde habíamos pasado unos días, cuando empezamos a escuchar a una mujer llamando a alguien:

  • ¡Noa!, ¡Noa!

Al principio no le prestamos  atención. Pasada casi media hora,  la mujer a la que estábamos oyendo llamar con insistencia se acercó a nosotros para preguntarnos si habíamos visto a un niño pequeño de unos tres años.

  • He subido a cerrar la ventana de la habitación y al bajar ya no le he visto- nos comentó preocupada-Lleva un jersey de rayas y tiene el pelo moreno. Es mi nieto y se llama Noa.

Enseguida varias de las personas que estábamos allí le propusimos ayudarle y nos repartimos en varios grupos para  buscar con ella.

La urbanización no es muy grande y por suerte está cerrada con un vallado así que aunque era casi imposible que estuviera fuera de la zona.

Sin embargo, el arbolado y casas son muy parecidas así que el niño podía estar en cualquier sitio.

Después de quince angustiosos minutos de búsqueda en varios grupos, el pequeño apareció algo escondido en el jardín de una casa situada prácticamente al lado de la de su abuela.

Se había quedado quieto, casi inmóvil y no dijo nada hasta que quien le encontró le preguntó si se llamaba Noa.  En ese momento el pequeño se puso a llorar y se dejó coger en brazos.

La historia tuvo final feliz después de casi tres cuartos de hora y la verdad es que a pesar de las lágrimas de la señora cuando se iba con su nieto, me llamó  la atención lo bien que había reaccionado ella ante la situación. 

  1. Intentó mantener la calma mientras le buscaba llamando al niño de forma insistente a pesar de su miedo.
  2. Cuando el niño apareció no le recriminó que se hubiera alejado de la casa.
  3. A pesar de su angustia, se centró en calmar al niño. El resultado es que lo consiguió en muy poco tiempo.

¿Reaccionas bien en situaciones de alarma?

  1. El cuerpo y la mente detecta una situación potencialmente peligrosa y se prepara para una reacción inmediata: los sentidos se agudizan enfocándose en el elemento que nos ha generado esta reacción (en este caso, los sentidos de esta mujer estaban casi totalmente centrados en poder ver u ir a su nieto)

  2. Se produce una activación fisiológica: el cuerpo se tensa,  aumenta el rimo cardíaco, la respiración se acelera. Todo preparado para una respuesta rápida.

  3. Una vez resuelta la situación, el cuerpo disuelve la tensión generada dando paso al cansancio y a la expresión emocional (en el ejemplo visto, la abuela solo puedo empezar a llorar  cuando cogió al niño).

Si la situación de alarma se mantiene en el tiempo o no se resuelve, se genera un agotamiento por la incapacidad de la persona de mantener el nivel de activación.

Yolanda P. Luna